miércoles, 26 de diciembre de 2007

Monreale

Monreale es un municipio italiano de la provincia de Palermo, en Sicilia.

Monreale es célebre desde su origen por la magnificencia y belleza del monasterio benedictino construido, junto a un palacio real, por Guillermo II el Bueno en 1174. Según la leyenda, estando el rey durmiendo tras una cacería, se le apareció la Virgen, revelándole el lugar donde su padre, Guillermo I había escondido un tesoro. Al despertarse, cavó en el lugar indicado, encontrando un cofre lleno de monedas de oro que dedicó a levantar un templo en honor de María. Probablemente, la realidad fue mucho más prosaica y la generosidad del monarca tuviera un móvil político: fundar un templo importante, que rápidamente fue sede de un arzobispado, era un medio de contrarrestar el poder del arzobispo de Palermo, Gualtiero Offamilio, líder de los señores feudales poco sumisos al poder del soberano. En torno al monasterio, la ciudad creció notablemente en los siglos XVII y XVIII, cuando la órdenes religiosas construyeron en estilo barroco iglesias, conventos y colegios.

El centro del pueblo es la piazza Vittorio Emanuele, con la fuente del Tritón en su centro. En ella, junto al edificio del Ayuntamiento se extiende el lateral de la catedral, el Duomo.


Duomo de Monreale

El Duomo es la culminación del arte normando en Sicilia, síntesis de elementos clásicos, nórdicos, árabes y bizantinos. La rapidez de su ejecución (al parecer, 12 años), debida a los fondos suministrados por el rey, confirieron al conjunto la unidad artística de la que carecían las catedrales de Cefalú y Palermo que la precedieron en pocos años y a las que evidentemente se trató de superar. Artesanos árabes y bizantinos, junto a los sicilianos, trabajaron coordinadamente bajo una sola dirección. La estructura del templo, una basílica de tres naves, estaba inspirada en las basílicas Mayores de Roma, especialmente en San Juan de Letrán.

La fachada principal está presidida por dos macizas torres desiguales. Bajo el pórtico del siglo XVIII, la maravillosa Puerta Real: una ojiva formada por cuatro sucesivas bandas con relieves representando figuras humanas y de animales y finísimos mosaicos enmarcando los batientes de bronce. Estos relieves llegaron por mar y son obra de Bonnano Pisano (año 1185), artista también creador de las célebres puertas de la catedral de Pisa.


Ábside del Duomo de Monreale

No debe dejarse de ver la parte más hermosa del exterior de la catedral: desde la piazza Vittorio Emanuele, bordeando el templo por su izquierda y pasando bajo un arco que la une al Ayuntamiento, los ábsides catedralicios se nos ofrecen con su exquisita decoración de tres series de arcos entrelazados. Los dibujos siempre distintos revelan la obra de albañiles musulmanes. A la derecha se levanta el palacio episcopal, que ocupa el lugar del antiguo palacio real normando.

Fuente: "Rumbo a Sicilia", Miguel Reyero.

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