Valle de los Templos
En la ciudad de Agrigento (antigua Akragas), en Sicilia (Italia), se encuentra el Valle de los Templos, un conjunto arqueológico formado por templos de estilo dórico y exástilos (con seis columnas en sus frentes). Algunos de los templos que aún se mantienen en pie son el Templo de Hera, el Templo de la Concordia, el Templo de Hércules y el Templo de Cástor y Pólux. De otros como el Templo de Zeus Olímpico sólo se conservan algunos vestigios.
Templo de Zeus Olímpico
Zeus era el "padre de los dioses y los hombres" que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia. Le fue dedicado tras la victoria de Himera sobre los cartagineses en el 480 a.C., de hecho trabajaron en él los prisioneros de guerra.
Debía haber sido el mayor templo griego nunca levantado, superado tan sólo por el de Artemisa en Éfeso, y era tal su celebridad en la antigüedad que desde Grecia venían viajeros a conocerlo. Nunca fue totalmente finalizado.
Incluía gigantescas estatuas de atlantes, de 7,65 metros de altura, con los brazos doblados hacia atrás por encima del cuello. Según algunas interpretaciones recordarían a los gigantes vencidos por Zeus, y condenados por ello a sustentar los muros de su templo. Se puede apreciar la reproducción de uno de estos colosos junto al templo.
El enorme conjunto de ruinas que hoy quedan es en realidad lo que quedó tras su masiva utilización como cantera en el siglo XVIII para construir el muelle de Porto Empèdocle.
Atlante del Templo de Zeus Olímpico
Templo de Cástor y Pólux
Construido a finales del siglo V a.C., se supone dedicado a los divinos Dióscuros Cástor y Pólux (famosos héroes de la mitología griega).
Fue gravemente dañado en el saqueo de la ciudad por los cartagineses. Tras su restauración en época helenística fue definitivamente abatido por los terremotos. Sus cuatro columnas sustentando elementos del alquitrabe se recompusieron en el siglo XIX, utilizando incluso elementos de otros templos.
Su hermosa silueta se ha convertido en el símbolo de Agrigento y también de toda la isla.
Fue gravemente dañado en el saqueo de la ciudad por los cartagineses. Tras su restauración en época helenística fue definitivamente abatido por los terremotos. Sus cuatro columnas sustentando elementos del alquitrabe se recompusieron en el siglo XIX, utilizando incluso elementos de otros templos.
Su hermosa silueta se ha convertido en el símbolo de Agrigento y también de toda la isla.

Templo de Cástor y Pólux
Templo de Hércules
Hércules fue un héroe y semidiós, hijo de Zeus. Levantado en el 510 a.C., es el más antiguo de los templos de Agrigento. Posiblemente era uno de los más importantes de la isla, pero fue destruido por un terremoto ya en la antigüedad.
En la reconstrucción de 1924 se pusieron en pie únicamente 8 de sus columnas. En el lado oriental aún son visibles los restos del altar.
En la reconstrucción de 1924 se pusieron en pie únicamente 8 de sus columnas. En el lado oriental aún son visibles los restos del altar.

Templo de Hércules
Templo de la Concordia
Fue construido entre el 450 y 430 a.C. Su magnifica conservación y sus nobles proporciones (42 metros de longitud por 19,50 metros de anchura) le convierten en el más hermoso de los templos dóricos sicilianos y sin duda entre los mejores exponentes del mundo griego.
Fue probablemente dedicado a los divinos Dióscuros Cástor y Pólux. La actual denominación se debe a una inscripción latina encontrada en sus entornos y que no tendría relación alguna con el templo.
En el siglo VI fue adaptado a basílica cristiana.
Fue probablemente dedicado a los divinos Dióscuros Cástor y Pólux. La actual denominación se debe a una inscripción latina encontrada en sus entornos y que no tendría relación alguna con el templo.
En el siglo VI fue adaptado a basílica cristiana.

Templo de la Concordia
Templo de Hera
Es una construcción del 470 a.C., según la tradición dedicado a Hera, la esposa de Zeus.
Los trabajos realizados en el pasado siglo pusieron en pie 25 de sus columnas. Ya fue restaurado en la época romana, tras haber sido incendiado en el 406 a.C. por los cartagineses, a lo que se debe el color rojizo de las piedras de la cella.
Precede al templo un gran altar para sacrificios y detrás de él, junto a la escalera se observa una cisterna.
Los trabajos realizados en el pasado siglo pusieron en pie 25 de sus columnas. Ya fue restaurado en la época romana, tras haber sido incendiado en el 406 a.C. por los cartagineses, a lo que se debe el color rojizo de las piedras de la cella.
Precede al templo un gran altar para sacrificios y detrás de él, junto a la escalera se observa una cisterna.

Templo de Hera
Fuente: "Rumbo a Sicilia", Miguel Reyero.
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