Sociedad de la Información

Desde hace casi cuatro décadas, los países más industrializados y desarrollados del planeta han dado un importante salto hacia un nuevo modelo de desarrollo, gracias a la rápida evolución y al uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Ha comenzado la Sociedad de la Información, estadio que viene a reemplazar a los dos modelos socioeconómicos precedentes: la sociedad agraria y la sociedad industrial.

El rápido acceso a la información ha contribuido a que los acontecimientos que suceden a escala mundial, continental o nacional nos resulten más cercanos, y que la idea de La aldea global de McLuhan se vaya haciendo realidad. Estamos bajo la impresión de que el mundo va adquiriendo una nueva dimensión por encima de nacionalidades, comunidades y localidades, de frente a un nuevo modelo social: la "sociedad globalizada". Y vemos cómo esta nueva sociedad ha transformado también las relaciones del poder político y económico, y las experiencias culturales, dando lugar al nacimiento de un nuevo paradigma.

Las empresas no han sido ajenas a estos cambios: de hecho, la evolución de las tecnologías de la información ha vivido un camino paralelo al de las corrientes organizativas que han sido implantadas en ellas, coincidencia que obedece a una condición de reciprocidad entre los cambios organizativos y los tecnológicos que los posibilitan.

En el modelo agrario, la explotación de la tierra fue la manera de generar riqueza; tanto como en el modelo industrial, el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos sistemas productivos posibilitó la fabricación masiva de productos de consumo. En la Era de la Información, además de la importancia de la acumulación de capital y de tecnología productiva, el factor decisivo es saber qué quieren los clientes, qué hacen los competidores, dónde y a quién se puede comprar y vender en mejores condiciones, qué cambios se están produciendo que puedan afectar a la empresa o a un sector de la misma.

En definitiva, contar con la información oportuna para tomar las mejores decisiones en el momento preciso, será lo que determine la expansión y supervivencia de las organizaciones.

En este marco, la adopción y puesta en marcha de las tecnologías más adecuadas, será lo que marque la diferencia.

Fuente: Víctor Feingold. Editorial del número 17 de la revista Facility Magazine.