lunes, 13 de agosto de 2012

Cambio en la cultura organizacional y en la forma de trabajo

La congestión vehicular en las grandes ciudades es una experiencia que cada uno de nosotros padece cada día, especialmente en la hora punta. Y si bien las condiciones pueden variar regionalmente, lo cierto es que, en poco tiempo, más de la mitad de la población mundial será urbana y el incremento de la movilidad en las grandes metrópolis representará un problema sin precedentes.

En las ciudades de la era preindustrial, la mezcla de actividades -vivienda y lugar de trabajo- significaba viajes cortos, donde la mayoría de los desplazamientos al trabajo se realizaba caminando. Hoy en día, el modelo territorial y productivo de los países occidentales ha generado un incremento sustancial de las distancias entre el domicilio y el puesto de trabajo, lo que ha intensificado la necesidad de desplazamiento. 

Esta situación provoca una cantidad de impactos -ambientales, sociales y económicos - que no solo son importantes para los trabajadores, sino también para las empresas y la sociedad en su conjunto. El incremento de los desplazamientos provoca un aumento del consumo energético destinado al transporte junto con un aumento de las emisiones de gases nocivos, contaminación acústica, atascos de tránsito, etc. La prolongación del tiempo de viaje entre la residencia y el trabajo también afecta la calidad de vida de los trabajadores -estrés, cansancio, tensión, aumento de la siniestralidad, etc.-, promoviendo el ausentismo y causando una disminución en la productividad.

Pero a pesar de que miles de personas sufren a diario estos inconvenientes en el desplazamiento hacia y desde el lugar de trabajo, el problema no parece percibirse como una cuestión que debe ser abordada como una responsabilidad compartida por el conjunto de la sociedad.

En este escenario, las organizaciones que quieran seguir siendo eficientes y competitivas deberán sacar partido de las nuevas tecnologías para afrontar los retos que plantea el mundo contemporáneo. La implementación oportuna de cambios en la cultura organizacional y en la forma de trabajo -flexibilidad horaria, teletrabajo, creación de centros de trabajo alternativos en la periferia, etc.- podrá brindar nuevas oportunidades tanto para los trabajadores como para las empresas y el conjunto de la sociedad.

Fuente: Víctor Feingold. Editorial del número 56 de la revista Facility Magazine.

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