La Oreja de Dionisio (Orecchio di Dionisio en italiano) es una gruta artificial de 65 metros de longitud, 23 de altura y aproximadamente entre 5 y 11 metros de anchura, que se encuentra en la zona de Latomía del Paraíso en Siracusa, Sicilia.
Las latomías son grandes canteras de piedra calcárea de donde durante siglos se extrajo el material con el que se construyeron los grandes edificios de la ciudad. La técnica consistía en hacer pequeñas hendiduras en las que se insertaban cuñas de piedra que, al aumentar de volumen al ser humedecidas, cuarteaban las rocas. Al avanzar en profundidad, se iban dejando grandes pilares que sustentaban el techo. Posteriormente fueron utilizadas como prisiones, viviendas o talleres.
El nombre de Oreja de Dionisio fue acuñado en 1586 por el destacado pintor italiano Caravaggio al apreciar cierta similitud con una oreja humana. Debido a su forma, dispone de una sonoridad excepcional que permite oír hasta el menor ruido producido en su fondo, lo que la convirtieron en una de las curiosidades más célebres de Siracusa desde la antigüedad.
El nombre de Dionisio se refiere al célebre tirano de Siracusa Dionisio I o Dionisio I el Viejo (430 - 367 a.C.). Según la leyenda, Dionisio uso la cueva como prisión para los disidentes, y por medio de su perfecta acústica escuchaba a escondidas los planes y secretos de sus cautivos. Otra leyenda espantosa afirma que Dionisio excavó la cueva con esa forma para amplificar los gritos de los prisioneros cuando eran torturados. Aunque más fundamento tiene la teoría de que sirvió de caja acústica para efectos sonoros de las representaciones en el vecino teatro (ver Teatro griego de Siracusa).

Fuente: "Rumbo a Sicilia", Miguel Reyero.
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