lunes, 23 de abril de 2007

De Pepsi a Apple (6/12)

De Pepsi a Apple

Conforme iba pasando el tiempo, Sculley y Jobs se iban haciendo cada vez más amigos, y permanecían en contacto a cualquier hora del día, sin importar lo que estuviesen haciendo.

La tecnología del Macintosh y del Lisa no la había inventado Apple, sino que se basaba en la tecnología desarrollada en Xerox PARC (Centro de investigación de Palo Alto). En 1979, Jobs fue invitado a visitar este centro y quedó muy impresionado con lo que vio allí. Inicialmente, Jobs intentó negociar con Xerox para conseguir una licencia sobre sus ideas innovadoras, pero no surgió nada positivo. Posteriormente, contrató a algunos hombres de Xerox, y empezaron a desarrollar el Lisa incorporando la tecnología de PARC. Jobs quería capitanear el proyecto pero Mike Scott, en aquellos momentos director ejecutivo de Apple, consideró que era demasiado joven, inexperto y conflictivo como para confiarle un proyecto tan importante. Debido a aquella decisión, Jobs se sintió ofendido y se volcó en el proyecto Macintosh, adoptando una actitud muy crítica respecto a muchas de las cosas que el equipo Lisa estaba haciendo. El Macintosh se basaba en la tecnología del Lisa, aunque con un precio muy inferior, debido a que tenía un monitor más pequeño, una sola unidad de disco y menos memoria, un chip de 128K.

Como tributo a su grupo, Jobs hizo estampar dentro del Mac las firmas de sus 47 creadores. Sin embargo, debido a su carácter conflictivo, se podía comportar con ellos de la forma más desagradable, pero como era una persona única, tanto Sculley como la demás gente de Apple hacían una excepción con él y lo aceptaban. Además, Sculley veía cierta similitud entre Jobs y él cuando era joven.

Inicialmente, el Macintosh iba a tener un precio de 1000 dólares, pero se dieron cuenta que 1995 dólares serían más adecuados. Como Jobs quería que tuviese una presentación espectacular, Sculley lo convenció de subir el precio a 2495 dólares, incluyendo dentro del producto los gastos publicitarios.

Durante meses Chiat/Day, una empresa de publicidad, había estado trabajando en una estrategia publicitaria para el Macintosh que transformase a sus creadores en héroes populares. Dudando que una campaña de este tipo vendiera muchos ordenadores, Jobs y Sculley pidieron a Chiat/Day que pensara si había alguna forma de sacarle provecho a la circunstancia de que 1984 era el año que George Orwell eligió para su famosa novela "1984" sobre el Gran Hermano, que controla todas las acciones y pensamientos humanos. Semanas más tarde Chiat/Day presentó una previa del anuncio. Aparecían una serie de individuos con aspecto de zombie, vestidos con pijamas, cogidos unos a otros y caminando a lo largo de un corredor. La acción llega a una escena donde se entra en una gran sala y se descubre al Gran Hermano (representando a IBM) que, desde una pantalla gigante, sermonea a los alicaídos zombies. Después la acción pasaba a una heroína joven y atlética, que iba vestida con unos pantalones cortos rojos, zapatillas deportivas y una camiseta blanca de Macintosh. La chica corría hacia la pantalla y con un enorme martillo que lanza hacia la pantalla, la destroza, apareciendo un gran resplandor, liberando así a los zombies. El anuncio finalizaba diciendo: "El 24 de Enero, Apple Computer presentará Macintosh. Y verás como 1984 no será como 1984". El anuncio, que se le llamó "1984", quería reflejar el lanzamiento del Macintosh como el gran acontecimiento que iba a salvar al mundo del peligro de ser inundado por todo lo que IBM representaba. Chiat/Day había contratado para realizar el anuncio al director inglés Ridley Scott, director de películas como "Alien, el octavo pasajero" y "Bladerunner". Aquel seria unos de los anuncios más caros hasta el momento.

Ver anuncio 1984.

Gracias al incremento de ventas del Apple IIe, se decidió el lanzamiento del Macintosh, y el anuncio, de 60 segundos de duración, se emitió durante el tercer cuarto de la Super Bowl, mientras Los Angeles Raiders se enfrentaban a los Washington Redskins. Apple se gastó finalmente 1.600.000 dólares en el anuncio. El impacto del anuncio fue enorme, incluso los diarios empezaron a comentar el tema y a escribir artículos en los que se preguntaba: "¿dónde estaba usted cuando se emitió 1984?". El anuncio ganó el Gran Prix en Cannes (el primer filme publicitario norteamericano que lo conseguía desde hacía años), así como otros 34 premios nacionales e internacionales.

Fuente: "De Pepsi a Apple", John Sculley.

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