martes, 24 de julio de 2007

El desafío del Facility Manager

Hace algunos años, el Facility Manager debía lidiar con activos inmobiliarios e instalaciones con ciclos de vida de muy largo término y dificultades para el cambio, con inventarios desactualizados y obsoletos, con la dependencia del espacio físico, y con los costos elevados.

Hoy, en cambio, los negocios parecen estar centrados en qué hay de nuevo, rápido y flexible, y con capacidad de hacer más con menos. Para adaptarse a esta realidad, los profesionales del FM también deben cambiar. Cambiar la manera en cómo piensan, cómo planifican y cómo trabajan para después medir lo que hacen, y medir el impacto que sus decisiones tienen sobre la organización. Porque, desafortunadamente, a menudo se toman decisiones sin entender su impacto potencial.

Desde lo más simple hasta lo más complejo, el Facility Manager puede afectar el desenvolvimiento de su organización con las acciones que lleva a cabo o que recomienda, y con aquellas que no toma o que evita. Hay repercusiones e impactos asociados tanto a la acción como a la inacción.

Es preciso tener presente que las expresiones de este impacto van más allá de la tradicional área de los costos. Sus efectos potenciales se extienden al área de los recursos humanos, a la performance de los trabajadores, al área tecnológica, a la cultura de la empresa, al espacio de trabajo, etc.

Centrarse solamente en la meta inmediata de reducir los costos es ignorar otras áreas de repercusión y beneficio potencial. De hecho, una visión basada solamente en la reducción de costos puede tener consecuencias perjudiciales en la eficacia y los beneficios de la empresa.

El desafío del Facility Manager será identificar cuáles son las medidas más apropiadas en cada caso y determinar el impacto que tendrán sus decisiones y acciones. Con una visión integral y un acercamiento estratégico al planeamiento y la gestión, los profesionales del FM podrán alinear y vincular los activos significativos a las metas y a los resultados perseguidos por la organización.

Fuente: Víctor Feingold. Editorial del número 23 de la revista Facility Magazine.

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