sábado, 18 de agosto de 2007

El rumbo correcto

Todas las organizaciones, independientemente de su tamaño, en todos los países, en todas las economías, reconocen hoy que los altos costos de ocupación de un edificio, el mejoramiento de las condiciones de trabajo, y la provisión de los servicios necesarios para su operación, son factores de enorme importancia en la rentabilidad de los negocios. A medida que los edificios ganan complejidad y albergan más tecnología, y a medida que aumentan las exigencias y las expectativas sobre la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores así como las consideraciones sobre el medioambiente, las compañías van sumando nuevas responsabilidades y desafíos para gestionar sus entornos de trabajo.

Cuando las organizaciones deben afrontar tales transformaciones en su cultura, que implican a todos sus procesos de negocios, deben realizar cambios fundamentales en su estructura y sus pautas de funcionamiento. En estas circunstancias, las cuestiones relacionadas con la calidad de vida y el entorno se convierten en una parte importante de la agenda. Sin embargo, las presiones por mejorar la calidad, reducir los costos y minimizar los riesgos, continuarán siendo el hilo conductor de las decisiones.

En este escenario, el Facility Manager tendrá la misión de asegurar que el entorno físico, con sus sistemas y servicios, soporte el buen funcionamiento del negocio y todos sus procesos, a la vez que deberá contribuir a adquirir los objetivos estratégicos en condiciones cambiantes. Deberá focalizar los recursos en las necesidades de la gente (soportando el rol clave que desempeñan los recursos humanos dentro de las organizaciones), y se esforzará continuamente para mejorar la calidad, reducir los riesgos y asegurar el valor del dinero.

En definitiva, el futuro seguirá avanzando, el cuidado y la consideración por el medio ambiente seguirán siendo temas importantes para muchos, la seguridad en los edificios continuará representando una cuestión prioritaria y las nuevas tecnologías cambiarán la forma de construirlos y las modalidades de trabajo. Y en el medio de todo esto, estará el Facility Manager, sosteniendo el timón y tratando de mantener la nave en el rumbo correcto.

Fuente: Víctor Feingold. Editorial del número 18 de la revista Facility Magazine.

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