sábado, 20 de septiembre de 2008

Cenotes

La península del Yucatán (México), a pesar de ser una región seca y caliza con escasos ríos en la superficie, debido a la porosidad del suelo, el agua de la lluvia se filtra hasta alcanzar el manto freático, originando un sistema de ríos subterráneos que corren a una profundidad media de 20 metros.

Los cenotes, dzonot en lengua maya, son grandes cavidades con acceso a estos acuíferos. Son pozos naturales que se han formado o siguen formándose por las filtraciones del agua de la lluvia que terminan rompiendo la capa calcárea. Su morfología suele ser típicamente subcircular, y con las paredes abruptas.


Cenote Sagrado de Chichén Itzá

Además de depósitos de agua para uso doméstico, los antiguos mayas utilizaron los cenotes con fines religiosos. Los consideraban la puerta de entrada al inframundo, el lugar adonde iban temporalmente los muertos. Mediante el sacrificio de mujeres vírgenes y niños, a los que arrojaban vivos a las aguas oscuras, enviaban mensajes y rogativas a las deidades que lo habitaban y a Chac, el dios de la lluvia.


Cenote Ik-Kil, próximo a Chichén Itzá

Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta. Esta clasificación está directamente relacionada con la edad del cenote, siendo los cenotes maduros aquellos que se encuentran completamente abiertos y los más jóvenes los que todavía conservan su cúpula intacta.

Es frecuente que el agua del mar penetre en estos sistemas fluviales subterráneos, produciendo una haloclina, una capa de la columna de agua en la que la salinidad del agua cambia rápidamente con la profundidad.


Gran Cenote, próximo a Tulum y Cobá

Numerosas agencias en la Riviera Maya han incluido muchas de estas cavidades entre sus atractivos turísticos.

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