sábado, 20 de junio de 2009

Palacio Gaudí de Astorga

El Palacio Episcopal de Astorga es una edificación proyectada por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán. Está situado en la ciudad de Astorga, a una distancia relativamente corta de León, donde se encuentra la Casa Botines que junto con El Capricho de Comillas (Cantabria) son las únicas obras de Gaudí fuera de Catalunya.

Palacio Episcopal de Astorga

Astorga es una ciudad de paso que está muy estratégicamente situada en el Camino de Santiago. Ciudad episcopal desde una remota antigüedad, la primera referencia de un palacio episcopal se sitúa en el siglo X. Más adelante, se tienen noticias de otro palacio episcopal que la reina Doña Urraca donó al obispo Don Pelayo dentro de las murallas de la ciudad (año 1120) en un lugar en el que antes se alzaba un templo pagano. Este edificio fue modificándose sucesivamente, hasta que sufrió un importante incendio el día 23 de diciembre de 1886 que lo destruyó totalmente.



En aquel tiempo era obispo de Astorga el catalán Joan Baptista Grau i Vallespinós, nacido en Reus el año 1832, y que, conocedor de la actividad creativa de Gaudí, le encargó la construcción de un nuevo palacio episcopal, cosa que Gaudí aceptó el mes de febrero de 1887, época en que Gaudí estaba trabajando en el Palau Güell y en la Cripta de la Sagrada Familia de Barcelona. El mes de marzo siguiente, el Ministerio de Gracia y Justicia, que era quien debía pagar la obra, aceptó el nombramiento. Gaudí envió los planos firmados en el mes de junio al obispo que los recibió entusiasmado.

El 30 de septiembre, la Junta Diocesana de Astorga acordó enviar los planos al Ministerio y este los transmitió a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que debía aprobarlos. Después de diversas modificaciones que molestaron a Gaudí, se consiguió la aprobación definitiva del proyecto el día 29 de febrero de 1889. La obra se subastó en el mes de Abril y se adjudicó al único concursante que era Policarpo Arias Rodríguez por la cantidad de 168.520 pesetas (1.012 euros) de la época.

Los trabajos comenzaron pronto, colocándose la primera piedra el día 24 de junio de 1889, día de San Juan y fiesta onomástica del obispo. Las obras se iniciaron a buen ritmo, y hallándose ya muy avanzadas murió el obispo Grau el 21 de septiembre de 1893. A partir de aquí comenzaron las dificultades para Gaudí. Las obras tuvieron que interrumpirse ya que la promotora Junta Diocesana se inclinaba mas bien por realizar economías y prescindir del significado litúrgico que no entendía demasiado. Gaudí, de fuerte carácter, no aceptó ningún cambio en sus planteamientos y retiró todo el personal catalán (artesanos y especialistas) que había hecho venir de Barcelona. También debía influir en la decisión de Gaudí el importante retraso en el cobro de sus honorarios de arquitecto por parte del Ministerio de Gracia y Justicia.

A partir de aquí se encargaron de las obras otros arquitectos que no consiguieron hacerlas progresar sustancialmente. Estos arquitectos son: Francesc Blanch i Pons (enero a julio de 1894), que renunció al cabo de medio año; Manuel Hernández y Álvarez Reyero, que fue nombrado el mismo año y ocupó el cargo sin hacer nada significativo. Posteriormente, el obispo Julián de Diego y Alcolea que comprendía mejor la obra de Gaudí, se trasladó a Barcelona para pedirle que se hiciese nuevamente cargo de los trabajos, cosa que el arquitecto rechazó. El obispo Miranda que sucedió a de Diego y Alcolea en 1905 encargó la dirección al arquitecto Ricardo García Guereta que prescindió de muchas de las ideas de Gaudí para dibujar los planos de terminación definitivos, que difieren sustancialmente del proyecto de Gaudí, mucho mas atrevido e imaginativo. Las obras estaban muy avanzadas en el año 1913 cuando el obispo Alcolea consagró la capilla, pero en 1914 García Guereta renunció a la dirección cuando solo faltaban por acabar detalles de la última planta y elementos decorativos. El edificio quedó en estas condiciones, sin acabarse del todo, hasta que en el año 1936 se convirtió en central de la Falange Española en Astorga y albergue de militares de Artillería. Los numerosos desperfectos originados por esta utilización no fueron reparados hasta unos años mas tarde. Finalmente el edificio se acabó durante los años sesenta.

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