De Pepsi a Apple (10/12)
Los despidos de los empleados se hicieron con la mayor consideración. Los afectados recibieron generosas compensaciones económicas, consultores psiquiátricos se entrevistaron privadamente con las personas que encajaron peor el golpe, y fueron contratados consultores de empleo para ayudar a todos a encontrar un nuevo trabajo.
El acoso de la prensa era constante, las noticias reflejaban un Apple herido de gravedad y cuya supervivencia se ponía en duda. Esto no hacía más que influir negativamente en las ventas, ya que nadie desearía comprar un ordenador fabricado por una empresa que está hundiéndose. Apple estaba fuera de control.
En la primera reunión de Sculley con sus empleados después de que Jobs perdiera su poder directivo en la empresa fue muy dura. Las preguntas que le hicieron a Sculley eran del estilo de cómo podía justificar su salario de un millón de dólares y por qué no había renunciado a una parte de éste para ayudar a la empresa.
Después de una serie de cambios y decisiones, la situación iba arreglándose un poco, las existencias y las pérdidas de la empresa se iban reduciendo.
En una reunión del consejo, Steve Jobs anunció su intención de dejar la empresa para formar una por su propia cuenta, pero que no compitiese con Apple, sino una empresa complementaria a ésta. Con él se llevaría una serie de empleados de escasa importancia para Apple. El consejo respetó su decisión sino tenía intención de competir con Apple, y no puso ningún impedimento para que se llevara a algunos empleados si no eran de gran importancia.
Cuando Jobs dio a conocer la lista de personas que se llevaba con él, fue toda una sorpresa. No se llevaba personas sin importancia para la empresa, sino que se llevaba un grupo de personas que lo conocían todo sobre Apple. A pesar del enfado del colectivo de Apple, Jobs dimitió el 17 de Septiembre de 1985 para formar una empresa que pensaba construir una máquina en la que estaba trabajando la división Macintosh. Aunque nadie quería impedir que Jobs iniciara una empresa por su cuenta, el consejo decidió que se iniciara una demanda contra él, ya que no estaban dispuestos a dejar que utilizara información confidencial o exclusiva de Apple.
Fuente: "De Pepsi a Apple", John Sculley.
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