Desarrollo sostenible
El actual modelo de desarrollo económico ha provocado la degradación de recursos tan importantes para el hombre como son el suelo, el agua, el aire, y los recursos marinos, forestales y energéticos. Y aunque es un tema que nos incumbe a todos, el desarrollo sostenible sigue siendo, aún, más discurso que realidad.
Es evidente que para modificar este estado de cosas hacen falta no sólo compromisos serios, sino también una activa participación de todos los sectores de la sociedad, tanto públicos como privados. En este sentido, las empresas están llamadas a cumplir con una importante misión: el cambio cultural. Sus directorios deben guiar el proceso y sus ejecutivos deben aprender el nuevo paradigma. Y es dentro de este esquema donde el Facility Manager encuentra una posición de privilegio para afrontar el cambio. ¿Por qué?
Porque el ciclo de vida de los edificios es más largo que el de casi cualquier otro recurso en una organización, los profesionales del FM, por razones de necesidad, están más "afilados" para pensar en el largo plazo. Están habituados a tener en cuenta los resultados que podrán tener, en el futuro lejano, las acciones y decisiones tomadas en el presente, y son conscientes de que tienen un impacto directo en el uso que una organización hace de la energía, del agua y de los desperdicios, por nombrar sólo algunos de los indicadores de eco-eficiencia.
Para empezar a transitar por el camino del cambio se necesitan nuevas formas de pensar y de actuar, nuevas herramientas, nuevas técnicas y tecnologías. Pero también, y sobre todo, se requiere pensar en los otros, algo que un FM debe saber hacer mejor que cualquier otro en la organización.
Las metas son altas, pero las recompensas son más altas todavía.
Fuente: Víctor Feingold. Editorial del número 22 de la revista Facility Magazine.
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