Quirón

En la mitología griega aparece una raza de seres denominados centauros que, según se creía, habitaban las regiones montañosas de Tesalia y Arcadia. Se los representaba con forma humana de la cabeza a la cintura, y con el bajo vientre y las piernas de caballo.

Los centauros se caracterizaban por su ferocidad y violencia; su representación en los frisos y metopas del Partenón de Atenas evocan esa imagen de feroces combatientes. Se los conocía también por su estado de embriaguez y por su lascivia, y aparecían retratados a menudo como seguidores de Dioniso, el Dios del vino. Se los expulsó de Tesalia cuando, en un estado frenético de embriaguez, intentaron raptar a la novia del rey de los lapitas en su propia fiesta de boda.

Una excepción a estas criaturas desenfrenadas fue el centauro Quirón (o Queirón, en griego antiguo Χείρων Kheírôn), médico naturalista y profesor de astrología, quien se destacó por su bondad, prudencia y sabiduría. Hijo de Cronos (Dios del cielo; soberano de los titanes) y de la oceánida Fílira. Recibió el conocimiento médico de Apolo (Dios de la profecía, la medicina y la arquería) y fue maestro de numerosos héroes como Hércules, Jasón, Peleo y Aquiles. Moraba en el monte Pelión. Hércules le hirió involuntariamente con una flecha envenenada con la sangre de la Hidra; la herida le produjo tales sufrimientos que renunció a la inmortalidad en favor de Prometeo. Zeus le colocó en el Zodiaco como la constelación de Sagitario.