miércoles, 13 de junio de 2007

Apuesta económica y estratégica

Al principio, los ordenadores eran desarrollados alrededor de la armada y de los laboratorios universitarios, pero más tarde se encaminaron hacia la industria (privada), de manera que las compañías empezaron a tener un papel más significativo, como es el caso de IBM.

Los años 60 fueron unos años de toma de conciencia, por una parte de las diferencias tecnológicas entre los países, y por otra, de las importantes posibilidades estratégicas que constituía la tecnología del tratamiento de la información. Las diferencias tecnológicas se pueden apreciar de dos formas: a partir del número de ordenadores utilizados por un país y a partir del número de los que su industria nacional produce. Estas diferencias eran propiciadas por diversos factores, como el papel representado por los mercados gubernamentales en el contexto americano de los años 50, la exitosa gestión de algunas empresas o el costo para entrar en la industria, que era muy elevado.

En los umbrales de la tercera informática, la industria americana dominaba el mercado mundial y una compañía dominaba ampliamente esta industria: IBM, conocida como Big Blue o Blancanieves, en referencia a los siete "enanitos" que eran las otras principales compañías de informática. Entre estas compañías estaba DEC y un grupo de cinco que formaban el BUNCH (Burroughs, UNIVAC, NCR, Control Data, Honeywell). En 1967, el BUNCH tenía el 36,4% del mercado, mientras que IBM el 50%. Esta cifra disminuyó al 29% en 1977 y al 11% en 1981. La competencia era muy dura, con lo que dos compañías se rindieron ante IBM, eran General Electric y RCA, las cuales fueron absorbidas por UNIVAC y Honeywell respectivamente. Estas compañías intentaron atacar parcelas comerciales específicas del mercado ocupado por IBM.

Una nueva compañía, Digital Equipment Corporation, se asentó en el mundo de la informática gracias a los miniordenadores. En 1978, tras vender numerosos ejemplares PDP-11, se convirtió en la segunda compañía mundial tras IBM. A mitad de los años 70, Apple lanzó la microinformática. En esta época se invirtió la "ley de Grosh", que dice que a igual coste un gran sistema informático ofrece más potencia que varios pequeños sistemas. Esto es posible gracias a la microinformática. Entonces, todos los ataques contra IBM tenían lugar en este segmento de mercado, lanzándose a él numerosas pequeñas compañías, siguiendo a Apple. Algunas compañías importantes fueron Commodore y Sinclair. IBM reaccionó en 1983 con el Personal Computer, y compró una parte de una de las empresas más importantes de Silicon Valley, Intel. Ahora el peligro provenía de Japón, debido a los progresos de su industria y al control de las ramificaciones electrónicas.

Gracias a una política de proteccionismo del mercado nacional y a una política de compra de licencias, sobretodo americanas, la industria japonesa empezó a crecer. Además, Japón pudo planificar, después de la guerra, un desarrollo de las nuevas tecnologías en el sector civil, es decir, mientras la informática en Estados Unidos se desarrollaba mayoritariamente bajo secreto militar, toda la sociedad japonesa participaba en el desarrollo de la industria electrónica. En 1986 hubo una serie de acuerdos entre Estados Unidos y Japón con la intención de dominar juntos el mercado mundial, en detrimento de Europa y de los países que intentaban establecer una industria electrónica e informática.

En 1980, IBM decide utilizar como sistema operativo el MS-DOS, con lo que fuerza a todos los demás constructores de ordenadores utilizar el mismo sistema operativo si quieren utilizar los numerosos "logiciales" (por ejemplo, un programa de tratamiento de texto) fabricados por y para IBM. La única compañía que mantuvo (y mantiene) su propio estándar fue Apple, por lo tanto, sus máquinas no son "compatibles". Los fabricantes de programas influirán aún más en el futuro en el mercado de los ordenadores.

La tercera informática es la de las redes de comunicación que integran pequeños, medios y grandes sistemas. Existen dos tipos de redes: las que son internas a una empresa y las que, compartidas por compañeros diferentes, permiten hacer transitar informaciones, acceder a bancos de datos o a servicios comunes, se trate de empresas o del público en general. Estas redes tendrán rápidamente un gran desarrollo, lo que provoca dos tipos de problemas: los efectos de la desreglamentación de los servicios de comunicación y la definición de normas de acceso de los materiales a las redes.

La informática, a partir de entonces, debería convertirse en una potente herramienta de comunicación y en uno de los nuevos fundamentos de la cultura.

Fuente: "Historia y crítica de la informática", Philippe Breton.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

RSS RSS