miércoles, 13 de junio de 2007

Cultura informática

En los años 60, desde el lanzamiento de la serie 360 de IBM, se podía observar que la informática tenía un alcance más amplio del que nunca se hubiese imaginado. Los ordenadores, a pesar de su elevado precio, se vendían bien. Para una empresa, comprar un ordenador demostraba su importancia y su modernidad. A partir de los años 60, la informática se propagó por la sociedad en forma de grandes sistemas centralizados. La figura del informático cobró más importancia y se empezó a extender. Era un experto con el que se tenía que discutir cualquier información relacionada con la empresa, cuyo trabajo era hacer que las máquinas realizaran lo que el hombre hacía hasta entonces. Los primeros informáticos formados como tales, y no procedentes de otros campos, fueron en el proyecto SAGE, aunque serán la grandes compañías informáticas las que tomarán el relevo. Entonces el ordenador aparecía, para la sociedad, como un "monstruo", sentimiento que los informáticos bautizaron como "resistencia al cambio", y que se reforzó con la idea de que la "revolución informática" iba a transformar el saber, los sistemas de enseñanza y la vida cotidiana.

Desde finales de los años 60, IBM habría podido desarrollar un microordenador sin mucha dificultad, pero éste no se correspondía con la imagen de futuro que la empresa se hacía de la informática, orientada hacia los grandes sistemas que centralizaban todas las informaciones. Del mismo modo, David Ahl, de Digital, tenía un ordenador personal concebido desde 1974, pero se rechazó, debido a que no sabían a qué uso concreto podría corresponder un ordenador de tan baja capacidad. Como se pudo comprobar más adelante, tanto IBM, orientada a grandes sistemas, como Digital, orientada a los miniordenadores, se equivocaban.

El microordenador nació al comienzo de los años 70 de un proyecto social formulado por un grupo radical americano. Todo comenzó en 1970 en la Universidad de Berkeley en donde un grupo de estudiantes, amantes de la informática y de la programación y que constituían una avanzadilla del movimiento contra la guerra de Vietnam, decidieron poner sus conocimientos al servicio de su causa política. En 1975, en Alburquerque, se puso a punto el primer microordenador comercializado, el ALTAIR. Varios grupos reflexionaron entonces con la posibilidad de crear una tecnología alternativa con medios simples, como Apple, cuyo nombre recordaba a la compañía de discos creada por los Beatles, así como a los acentos rústico-ecologistas del movimiento contestatario de la época. El radicalismo de la época era una mezcla de izquierdismo eventualmente marxista, de budismo zen, de ecología, de música rock y electrónica, de ciencia-ficción unida a una vuelta a las raices. El microordenador nació en el seno de este medio, pero su éxito sobrepasó con creces las esperanzas del comienzo. Steve Wozniak y Steve Jobs crearon el Apple II en un garaje y les trajo rápidamente fortuna, una parte de la cual se dedicó a la financiación de dos gigantescos festivales de rock. Apple anunció posteriormente otro modelo, el Macintosh. IBM en 1981 lanzó su Personal Computer.

La microinformática hizo cambiar de pensamiento de las personas. En la segunda informática se tenía el temor de que el ordenador reemplazara al hombre en su trabajo, pero con la microinformática, el ordenador se convertía en un auxiliar del trabajador de oficina que le ayudaba a aumentar su productividad.

Fuente: "Historia y crítica de la informática", Philippe Breton.

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