Predicción de futuro

Trabajar en Facility Management significa ser parte de la economía global, ser parte del siempre cambiante panorama laboral afectado por las regulaciones locales, las consideraciones sobre la seguridad, y las condiciones laborales y de mercado, entre muchos otros factores. Adherir simplemente al statu quo, hoy no es suficiente para estar al frente de los cambios constantes. Es este escenario el que ha hecho que la predicción de los eventos futuros sea parte integral de los procesos de toma de decisiones.

La actividad del FM es claramente dependiente de una apropiada previsión de las circunstancias y lo enfrenta a una elección fundamental: ignorar los eventos impredecibles y lidiar sólo con aquellas cuestiones que pueden ser conocidas y por ende manejadas, o valerse de los medios necesarios para poder hacer frente a lo imprevisible.

Efectivamente, la toma de decisiones es siempre más fácil desde una posición en la cual el futuro puede ser predicho con algún grado de certidumbre, pero lo habitual es que el futuro esté lejos de toda forma de certeza y bajo la influencia de una multitud de factores imprevisibles. Se pueden predecir con cierto grado de acierto eventos de corto plazo, pero en el largo plazo (entre cinco y diez años) el grado de incertidumbre crece de manera exponencial y el futuro se vuelve, impredecible en el mejor de los casos, y desconocido en el peor.

Sin embargo, no todo está perdido. El FM puede abordar el futuro y elaborar posibles cursos de acción identificando apropiadamente el tipo de incertidumbre que existe, seleccionando una conducta adecuada y poniendo en práctica una estrategia.

La esencia de este enfoque estratégico consiste en tomar decisiones en un escenario cambiante, incierto, impredecible y competitivo. Significa preservar las opciones convenientes manteniendo la flexibilidad, generar nuevas opciones, prepararse para las contingencias con las mejores respuestas posibles, siempre con el foco puesto en aumentar el margen de maniobra frente a lo inesperado para garantizar "siempre" la continuidad de las operaciones.

Y no olvidar el peligro que significa tratar de predecir el futuro con precisión. Normalmente es imposible anticiparse a los hechos algo más que unos pocos años. A lo sumo, todo lo que podemos hacer es suponer la probable dirección de los cambios. Y con esto, ya tenemos bastante.

Fuente: Víctor Feingold. Editorial del número 20 de la revista Facility Magazine.