Muerte de un miliciano
Muerte de un miliciano es la fotografía más famosa de la Guerra Civil española y para muchos la mejor fotografía de guerra de todos los tiempos.
Fue realizada el 5 de Septiembre de 1936 por Robert Capa con una Leica III durante las primeras escaramuzas entre los regulares dirigidos por el coronel Saenz de Buruaga y los milicianos anarquistas llegados de Alcoy. La tituló originalmente como Death of a Loyalist Soldier (1936), aunque también se conoce a veces simplemente como Falling Soldier. Curiosamente, a pesar de ser su foto más famosa, Capa nunca hablaba de ella, y se sentía responsable de la muerte del miliciano.
En 1996, sesenta años después de la toma, se descubre la identidad del fotografiado: Federico Borrell García, natural de Alcoy, que tenía 25 años en aquel entonces. La comparación con fotos familiares no deja dudas, y diversos testimonios aseguran que, en efecto, Federico Borrell murió ese día en Cerro Muriano. No obstante, aún hay quien tiene dudas sobre si Capa realmente captó la muerte del miliciano, o fue un montaje, triste premonición de lo que sucedería más tarde ese mismo día.
La teoría más aceptada es que el 5 de Septiembre fue un día tranquilo, y por eso Capa salió con un grupo de milicianos a hacer algunas fotos por los alrededores, realizando varias carreras y simulando un asalto, hasta que de repente sonaron disparos y fueron atacados por tropas nacionales. Algunos sugieren que, dada la postura de Federico (que no parece estar corriendo en el momento de ser alcanzado, ni haber sostenido el rifle en posición de disparo o asalto), éste estaría posando para Capa justo en el momento en que fue alcanzado por un disparo, lo que explicaría los remordimientos del fotógrafo.
Fuente: Muerte de un miliciano de Fina Confitura de Fresa.
0 comentarios:
Publicar un comentario